Os voy a contar nuestro día de rebajas, nos levantamos contentas,con la alegría de los días de Navidad cuándo sabes que Papa Noel llega llenito de regalos.Nos vestimos cómodas (eso quiere decir con vestido) ya que es más fácil desnudarte para probarte, con calzado plano y con mini bolso de bandolera para tener las manos libres para tocar y revolver.
Llegamos antes de las diez para ser de las primeras en entrar (cien personas habían pensado lo mismo), nos tomamos un café (total que más daba ser las ciento cincuenta).
Comentaros que esta vez habíamos hecho una lista de imprescindibles para no dejarnos llevar y comprar por comprar, nuestra lista era un bolso mochila, sandalias planas (de las que se atan con un pañuelo al tobillo) y las que se llevaban tanto el año pasado unas romanas,sujetadores (Calvin Klein) quizás haya otros que nos gusten más por diseño pero estos son los mas cómodos y los que mejor se ajustan, shorts (de los que estan desteñidos en diferentes colores), alguna minifalda de colores básicos, maquillaje y cremas.
Destacar que las tiendas ofrecían un aspecto desordenado y eso que acababan de abrir me pareció raro que en Zara que siempre hay gente dedicada a doblar y ordenar, hubiera tal caos.
En Mary Paz (tienda de calzado) situada en Portal del Angel, el trato de las dependienta fue malisimo, se mostró maleducada e incapaz de vender(parece mentira que en los tiempos que corren y con la crisis que hay la gente que tiene trabajo se muestre tan desganada),comprendo que un dia de rebajas el primero, las dependientas se puedan sentir desbordadas pero es que eran las once de la mañana.Nos entraron ganas de pedir la hoja de reclamaciones pero al final no lo hicimos.
Los descuentos eran buenos en algunas cosas, hasta un 40% (en sujetadores) y un 50% en Blanco donde compramos una mochila y unas sandalias perfectas.
El maquillaje y las cremas como no en el Corte Ingles y con un descuento del 10% y del 15%.
Las minifaldas en Pull& Bear, perfectas y monisimas, luchamos como tigresas pero las conseguimos.
Nos dejamos llevar por los efectos de Rebajas y nos compramos un vestido blanco precioso de tirantes finos y de inspiración ibicenca.
Y sobre las cinco de la tarde algo cansadas y resacosas nos pegamos una merendola comida que fue lo mejor de todo, en el septimo piso de un edificio de Plaza Cataluña desde el que se domina la ciudad de Barcelona y donde abrimos nuestras bolsas para comprobar que por una vez nos habíamos portado fenomenal.
O s dejo con las compras de Blanco y Puul & Bear.
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